– Cuando se ha caído y se ha hecho daño en el tobillo, ¿puede moverse sin cojear?
– Si alguna vez su columna se ha quedado rígida, bloqueada, ¿se podía poner derecho? ¿Se podía inclinar hacia delante?
– ¿Se ha operado de la rodilla? ¿Ha tenido una fractura? ¿Recuperó la movilidad y agilidad habitual de forma espontánea y rápida?
– Debido a una lesión antigua, a una caída, o incluso a la edad, ¿evita alguna actividad como por ejemplo, bajar las escaleras porque le da miedo o se siente inseguro?
La Fisioterapia ayuda a reorganizar el sistema de movimiento
para volver a enseñar a su cuerpo cómo moverse con facilidad y sin dolor.
Para ello, usamos tanto técnicas de terapia manual (en las que se incluye el masaje) como de reeducación del movimiento, dando al paciente información para que gestione sus sensaciones, mejore su confianza para ir consiguiendo progresivamente ese movimiento fluido y sin esfuerzo que es tan necesario en el día a día.
Para esto, los fisioterapeutas estamos al día de los últimos avances sobre biomecánica, neurociencia, diferentes tratamientos y técnicas, etc. Pero, sobre todo, somos capaces de escuchar, de razonar sin dar nada por sentado y debemos transmitir de forma fiable y segura esta información al paciente para que él sea el que controle en todo momento su situación.
El paciente debe ser activo
y esto sólo lo conseguimos
involucrándolo en la recuperación
en la medida de sus posibilidades y potencial.
Y, sobre todo,
El Fisioterapeuta Piensa y Razona
No se limita a aplicar técnicas porque sí
Razona y Piensa para encontrar
la mejor solución para su problema
La próxima vez que vaya a un fisioterapeuta ¿se conformarás sólo con un masaje?¿Se conformará con una sesión estándar y no centrada en su problema? Si es que sí, estará desaprovechando la oportunidad de volver a moverse con agilidad y seguridad al máximo de su potencial, y probablemente, no esté recibiendo FISIOTERAPIA.