El contacto con la naturaleza, definitivamente es beneficioso para la vida humana. Por eso, es fácil concluir que los jardines de sanación pueden ser un instrumento para curar el cuerpo, la mente y el espíritu. Estos espacios con fines curativos, no son nuevos, su existencia data de la edad media y los han usado en diferentes culturas.
En Japón, por ejemplo, existe el llamado jardín Zen, el cual no tiene mucha vegetación, pero su esencia consta de la simplicidad y el minimalismo para transmitir relax y tranquilidad. Otras culturas optan por jardines llenos de verdor y flores de colores brillantes que transmitan alegría y felicidad.
Los jardines de sanación como moda
Los jardines de sanación, nacieron como un lugar de relax y esparcimiento para sus visitantes. Sin embargo, su utilidad como lugar de curación se fue descubriendo poco a poco, de acuerdo a ciertas experiencias con personas enfermas
Algunas investigaciones médicas han demostrado que el contacto con elementos de la naturaleza, despierta los sentidos y disminuyen el estrés. Es por ello que actualmente estos espacios se suelen diseñar especialmente con caídas de agua, música suave, asientos, además de plantas de diferentes colores, aromas y texturas.
Este tipo de jardines sirven para establecer una conexión directa con la naturaleza, en el que las personas utilizan todos sus sentidos, por lo que el organismo es capaz de alinearse con la naturaleza para conseguir equilibrio y liberarse de las preocupaciones cotidianas.
Basándose en las experiencias previas obtenidas con los jardines de sanación, muchos organismos e instituciones tanto públicas como privadas, han comenzado a implementar hoy en día, espacios acondicionados para la reflexión, meditación y ejercicios tantos físicos como espirituales, para coadyuvar con la curación de sus males.
¿Dónde se necesitan los jardines de sanación?
Los jardines de sanación, pueden ser colocados en cualquier lugar, sin embargo, es especialmente necesario en lugares donde existan personas enfermas o en rehabilitación, con el fin de que puedan entrar en contacto con elementos de la naturaleza que los ayude en su recuperación.
Por otra parte, los jardines de sanación, serían muy útiles para concientizar a las personas sometidas al estrés y las complicaciones de las ciudades, a acercarse un poco más a la naturaleza y aprender a apreciar sus bondades y beneficios.
Debido a que los espacios naturales se han perdido para darle paso a la vorágine de la civilización del concreto, cada día es más difícil contemplar y apreciar el planeta desde el punto de vista ecológico. Hoy en día, personas se han dado a la tarea de construir espacios en los cuales las personas puedan reconsiderar su lugar en el mundo.
Por ejemplo, existen jardines de sanación, que cultivan diferentes hierbas, plantas medicinales y vegetales. En sus recorridos existe una señalización a fin de que los visitantes puedan tener la experiencia de ver, tocas y oler las diferentes plantas y así poder apreciar sus bondades.
En definitiva, estar en contacto con la naturaleza nos beneficia. Sentarnos a la sombra de un árbol, sentir el aroma de plantas y flores, hurgar en la tierra y sentir la brisa nos da sentimientos de libertad. Este tipo de sensaciones puede ayudar a curar ciertas dolencias tanto físicas como emocionales.