El drenaje linfático es una herramienta importante para mantener el sistema linfático en buenas condiciones para una salud óptima.
La principal tarea del sistema linfático es mantener el sistema inmunológico operando bien mientras limpia y nutre todas las células del cuerpo, sin importar cuál sea su función. Un sistema linfático deficientemente funcional puede afectar a todas las partes del cuerpo. Las técnicas de drenaje linfático tienen un origen en la tradicional escuela de masaje europea, estos masajes clásicos también en las escuelas de masaje americanas pueden contrarrestar los efectos de las elecciones adversas de estilo de vida y los contaminantes ambientales que pueden comprometer el sistema inmunitario.
La importancia de un buen sistema linfático
El sistema linfático se compone de órganos, conductos, ganglios y vasos y se considera una parte vital del sistema circulatorio. El fluido claro llamado linfa está formado por glóbulos blancos, incluidos linfocitos, que ayudan al sistema inmunológico del cuerpo a defenderse de las bacterias dañinas y las células cancerosas. Los ganglios linfáticos que se encuentran en el cuello, el abdomen, la ingle y la axila fabrican las células que permiten que el cuerpo elimine el cáncer y combata las infecciones. La hinchazón de los ganglios linfáticos, comúnmente llamada «glándulas hinchadas», ocurre cuando los ganglios linfáticos producen más glóbulos blancos para combatir las infecciones.
Técnicas de drenaje linfático
El uso de preparaciones tópicas linfáticas como la crema Lymphdaral de Pascoe, los productos Biomed International, los remedios Nestmann y los compuestos UNDA se recomiendan para clientes con problemas del sistema linfático. Estas preparaciones homeopáticas eliminan las toxinas almacenadas para mejorar el sistema inmune y tratar los trastornos causados por un sistema linfático que funciona mal. El masaje linfático es otra técnica utilizada para tratar el sistema linfático. Para las mujeres que se han sometido a una cirugía de cáncer de mama, se recomienda un masaje linfático una vez al día, cuatro o cinco veces a la semana durante dos a cuatro semanas. Cada sesión puede durar hasta una hora.
Los beneficios del drenaje linfático
Las personas pueden beneficiarse del drenaje linfático para tratar una amplia gama de trastornos, desde edema (hinchazón) hasta arrugas.
La siguiente es una breve lista de problemas que pueden beneficiarse del drenaje linfático:
Edema, que puede ser el resultado de una lesión traumática, problemas menstruales o trastornos de la piel.
Trastornos de la piel, como acné, rosácea, eccema y seborrea
Problemas metabólicos, que incluyen fatiga, trastornos del sueño, dolor crónico y estrés
Problemas gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable (SII), enfermedad celíaca y de Crohn
Trastornos reumatológicos, como artritis y osteoporosis
Problemas neurológicos, como migrañas y vértigo
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